El Balance defensivo en baloncesto se define como la capacidad de un equipo de impedir o cortar un contraataque. Comienza en el momento que el equipo atacante pierde el control del balón, y se desarrolla de forma que el equipo rival no pueda aprovechar el desajuste defensivo para meter una canasta.
La pérdida de balón no tiene por qué relacionarse directamente con un robo, también se suceden contraataques después de un lanzamiento seguido de rebote defensivo del equipo rival. Para evitar las situaciones de desajuste y el desconcierto en el caso de rebote defensivo, hay que mantener una posición definida en el ataque, impidiendo que los jugadores se lancen a lo loco hacia el aro.
Desarrollo y organización del balance defensivo en baloncesto
Para organizar el balance defensivo en baloncesto, hay que tener fijados a los jugadores que van al rebote en cada tiro y los encargados del balance en la 1ª opción defensiva (está claro que al final aunque algo más retrasados deben bajar los cinco), también hay que fijar quién debe de obstaculizar el primer pase de contraataque y quién pegarse al jugador que ha recibido el balón, impidiendo que avance por el centro para disminuir las posibilidades de pase y ganar tiempo, permitiendo de ese modo que bajen el resto de jugadores. También es importante establecer cómo ocuparemos las calles en el balance defensivo, cómo fijaremos la forma de defender en inferioridad según la oleada del contraataque y cómo debemos de ayudar a los compañeros rezagados para retrasar el ataque de manera que defendamos cinco contra cinco en estático.
Para llevar a cabo todo ello, debemos de trabajar con ejercicios de balance defensivo en baloncesto que reflejen situaciones reales de juego, balance tras un rebote, tras un robo de balón, etc.
Hay que tener cuidado con recurrir a la falta personal para cortar un contraataque. Aplicando el artículo 36.1.3 del Reglamento FIBA de 2012 que establece que “Si un jugador defensor provoca un contacto con un adversario por la espalda o lateralmente en un intento de impedir un contra-ataque y no hay ningún adversario entre el atacante y la canasta del equipo contrario, la falta es antideportiva.” la conclusión que extraemos es no posicionarnos en el uso o no uso, sino dejar la decisión al entrenador según sea la situación del partido, en ocasiones puede ser preferible encajar la canasta y esforzarnos por mejorar el ataque antes que cargar a un jugador con una antideportiva.
El reajuste definitivo del balance defensivo en baloncesto se producirá una vez se haya conseguido detener el contraataque y, estando en situación de 5 contra 5, se trate de emparejar a los jugadores por similitud en el tamaño corporal.
Fecha 16/05/2013 @ 5:51 pm